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viernes, 3 de febrero de 2017

Otro minicuento

Ha pasado mucho tiempo desde la última entrada: seis meses; terminó el verano y el otoño; mientras que el invierno nos deja sus últimas notas. Muchas cosas han ocurrido en nuestro entorno, no muy agradables, pero en fin, al menos tenemos a la ficción como consuelo. 
Como siempre, un abrazo y feliz lectura.
Karolina Vela


  INFIDELIDAD


-¡Decapitadla! -ordenó el rey.

-¿Bajo qué cargo, mi señor?
-Traición al rey.
-El pueblo no lo aceptará, mi señor.

-El pueblo aceptará y verá con buenos ojos el castigo a una reina infiel.

El consejero se marchó cabizbajo dispuesto a ejecutar la orden. Cuando el rey se quedó solo, la joven Morgana salió del aposento contiguo y dijo:

-Arturo, no te arrepientas, esto vale más que la vida de Ginebra-, y lo besó.




 



  

domingo, 20 de septiembre de 2015

CUENTOS BREVES PARA LEER EN MENOS DE 1 MINUTO

¡SALUDOS! AQUÍ ESTAMOS DE NUEVO, CON OTRA ENTRADA MÁS DE ECO DE HADAS.
SEGUIMOS CON MÁS CUENTOS BREVES PERO, ESTA VEZ, PARA SER LEÍDOS EN MENOS DE 1 MINUTO.
ESPERO QUE LOS DISFRUTEN.
UN ABRAZO
KAROLINA VELA


         JURAMENTO
http://www.kycraft.com/La bella despertó y descubrió que su honor  le había sido arrebatado mientras dormía. Juró vengarse. Se levantó de la cama y de sus tristezas y organizó a su reino. En pocos años el territorio volvió a la prosperidad. Después, la soberana se preocupó por traer a los mejores guerreros para adiestrar a su novel ejército.
Cuando las fuerzas armadas se volvieron fuertes y numerosas, fue declarada la guerra al reino del sur. Tras dos semanas de combate, el enemigo fue vencido. Sin embargo, el palacio real quedó indemne del fuego y de la muerte, porque la reina quiso reservarlo para el final. Así pues en un gran estrépito de caballos blancos y negros, penetraron al edificio. Al llegar a la sala del trono, vieron al rey arrodillado.
−Os pido clemencia−, gritó entre lágrimas.
La reina se apeó del caballo y se dirigió al monarca apuntándolo con la espada.
−He venido a recuperar mi honor.
Él alzó la mirada, la contempló con detenimiento y la reconoció.
−Así sea−, contestó alargando el cuello.
Y la bella sin ningún miramiento, lo decapitó.
©Eco de Hadas
Todos los textos y traducciones son propiedad de la autora